La Asociación Mácula Retina ha presentado hoy en el Congreso de los Diputados un estudio que revela que en cinco años 8 millones de españoles perderán visión de manera irreversible, lo que supone duplicar el número de casos en una década, con un coste de 99.800 millones de euros. Para reducir estas cifras ha puesto en marcha la campaña #CuraLaCeguera, que incluye un Plan integral cuyo objetivo es revertir algunos tipos de ceguera en una década y convertir a España en un referente internacional en la ingeniería de tejidos para la visión.

La investigación ya está lista para iniciar una fase pre-clínica que conduciría a la solicitud ante las agencias regulatorias de un ensayo clínico en España en 3 años si se cuenta con financiación suficiente y estable. Este plan, que cuenta con el respaldo de los tres principales grupos de investigación nacionales en ingeniería tisular y de las sociedades científicas de oftalmología, se ha presentado en una jornada con parlamentarios y autoridades que ha contado con la presencia de algunos de los mayores investigadores internacionales en células madre para la visión, como el doctor Dennis O. Clegg, codirector del Centro de Biología e Ingeniería de Células Madre de la Universidad de California, y Cristelle Monville del Institute for Stemcell Therapy and Exploration of Monogenic Diseases de la Universidad de Paris-Saclay. Ya se está trabajando en la creación de bioimpresoras para la visión y en retinas in vitro a partir de células madre. Por otro lado, la asociación mantiene contactos con el PERTE de Salud de Vanguardia, el CDTI del Ministerio de Ciencia, y acude a los principales programas de investigación españoles y europeos para dar el impulso final al inicio de la fase de investigación y crear una industria de vanguardia.

El estudio ‘Evaluación de la carga económica de la pérdida de visión y la ceguera legal irreversible en España (2021-2030)’ impulsado por la Asociación Mácula Retina ha analizado el impacto económico para la sociedad como consecuencia de la pérdida de visión y la ceguera legal irreversible, derivadas de las principales enfermedades oftalmológicas en España: glaucoma, retinopatía diabética (RD), edema macular diabético (EMD), degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y alta miopía (AM).

Los resultados indican que para el año 2030, la población afectada por estas patologías aumentará hasta 7,99 millones de pacientes, lo que representa duplicar los casos (103%). El coste anual de todas las patologías ascendería a 10.000 millones de euros (99.800 millones en una década), destacando que los costes directos no sanitarios (44%) y la pérdida de productividad (38%) representan los mayores componentes de la carga económica. Las patologías con mayores costes acumulativos en una década serán el glaucoma (33.600 millones de euros) y el edema macular diabético (19.800 millones de euros), con un notable incremento en los costes relacionados con la retinopatía diabética (703%), y el edema macular diabético (317%) en comparación con 2021.

La discapacidad visual es más incisiva en mayores de 50 años, representando el 65% del total. Factores genéticos y ambientales son las principales causas de este riesgo. “Las enfermedades retinianas son una de las principales causas de ceguera en nuestro medio. En concreto, la degeneración macular asociada a la edad, tanto su forma seca como su forma húmeda, así como el edema macular diabético, son en estos momentos las principales causas de discapacidad visual tanto en personas en edad laboral como en personas de más de 65 años. A día de hoy contamos con grandes avances en el tratamiento de las enfermedades retinianas basadas fundamentalmente con fármacos antiangiogénicos. Sin embargo, estos tratamientos no consiguen frenar completamente la progresión de la enfermedad ni en muchas ocasiones revertir los daños causados. Las terapias avanzadas como la celular, la bioingeniería médica o la génica se abren el horizonte como nuevos tratamientos que pueden aportar grandes soluciones a los pacientes”, indica el doctor Alfredo García Layana, presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV).

Gestión de los factores de riesgo

Además, el informe urge a controlar la gestión de factores de riesgo, como el control de la diabetes, y en aumentar el acceso a tratamientos oftalmológicos para reducir el crecimiento proyectado de la carga económica. “Estamos ante una situación alarmante que exige una respuesta urgente. Desde nuestra Asociación, queremos contribuir activamente a crear conciencia sobre el grave impacto que estas enfermedades tienen en la sociedad. Es fundamental coordinar esfuerzos entre las administraciones públicas, y contar con el respaldo de las asociaciones de pacientes para encontrar soluciones efectivas que nos permitan afrontar este desafío de manera integral”, demanda Jacinto Zulueta, presidente de la Asociación Mácula Retina.

En la misma línea se expresa el doctor García Layana. “Pese a que cada vez tenemos mejor control de la diabetes, debido al aumento de edad de los pacientes y a los cambios en la dieta, el número de diabéticos está aumentando exponencialmente. Eso hace que el número de pacientes que desarrollan complicaciones por esta patología vaya a ir en aumento. Por eso es necesario implementar medidas de prevención, no solo de tratamientos cuando esto ya ha aparecido. Es fundamental nuevamente la colaboración entre Atención Primaria y atención especializada. Necesitamos implementar medidas como el cribado con sistemas de teleoftalmología. Tenemos que tener sistemas de lectura con inteligencia artificial para mejorarlos flujos”, añade.

Desde la Asociación Mácula Retina destacan la importancia de la salud visual “para una vida plena y activa”. “Ver bien nos conecta con el mundo, facilita el aprendizaje, impulsa nuestra productividad y nos permite disfrutar de cada momento. Sin embargo, en una sociedad que envejece y enfrenta un aumento de enfermedades crónicas, cuidar nuestros ojos es más mportante que nunca. La pérdida de visión no solo afecta a la persona, sino también a su entorno, generando grandes costes emocionales, sociales y económicos. Proteger la salud visual significa apostar por una mejor calidad de vida para todos, garantizando que nadie quede atrás por problemas evitables o tratables”, añade Zulueta.

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