Según Max Weinreich (1894-1969), «un idioma es un dialecto con un ejército detrás». Weinreich nació en lo que hoy es Letonia y fue un lingüista especializado en sociolingüística.

En Italia siguen coexistiendo con el italiano, de norte a sur, multitud de dialectos que se hablan con la familia, los amigos y el entorno más cercano, aunque ahora con las RR.SS. están saliendo más a flote. En Francia también hay varios, que coexisten con el francés. Y así sucesivamente en los demás países.

En España tenemos como lengua oficial en todo el país el castellano o español y, como lenguas cooficiales en los territorios en donde se hablan, el gallego, el euskera y el catalán, este con sus variantes en Baleares y en la Comunidad Valenciana. Contamos también con dialectos como el andaluz, el aragonés, el murciano, el cántabro, el canario, el castúo (Extremadura), el Bable (Asturias) y unos cuantos más, según la provincia y el municipio.

Pensemos cada uno en nuestras expresiones típicas locales. Por ejemplo, en Ciudad Real si a alguien le llamamos «abundante» (metomentodo) todos lo entendemos, pero fuera del municipio, no. Lo cierto es que nos gusta que quien venga de otras procedencias, comprenda y utilice nuestras expresiones, así como que adopte nuestras costumbres. Pues bien, esto, que se entiende mejor cuando lo traemos a lo local, pasa en todos sitios y no hay que sorprenderse por ello. 

Hoy, la relación entre los gobiernos catalán y central no tiene nada que ver con la que había en 2017; aun así, se nos insiste en el tema del catalán como algo negativo, y debemos de relativizarlo para comprenderlo mejor. Pensemos que las lenguas, idiomas y dialectos, sirven o deberían servir para comunicarse, para unir, y no para lo contrario, pues eso sería prostituir el verdadero significado de una lengua.

Pongamos por caso, en los EE. UU. la nueva administración ha eliminado la web en español de la Casa Blanca. Otro error más de la retahíla que vienen cometiendo. El español es la lengua más hablada en los EE. UU., después del inglés, y harían bien en hacerla cooficial. Pues en lugar de eso su presidente, Donald Trump, se dispone a declarar al inglés como el único idioma oficial del país por primera vez en sus 250 años de historia.

Recordemos que los nacionalismos nos han traído dos guerras mundiales el siglo pasado. Y todos sabemos que hay nacionalismos de nación, de región, de municipio e incluso de barrio. Estos, los nacionalismos, suelen ser excluyentes y lo que necesitamos es inclusión, colaboración, sinergia. Vamos a llevarnos bien.

Casimiro Pastor

Un comentario en «Lenguas, idiomas y dialectos»
  1. Bien Casimiro. Pero lo que está pasando en USA es algo muy profundo de naturaleza antroplogico-historico-cultural. El Imperio no quiere ser imperio. No sabe qué o quién es y se agarra a un pasado de identidad idealizado.
    El mundo de la conferencia de Yalta y la guerra fría ya no existe. Tutto un altro mondo. Cuál?
    Gracias
    Antonio Gascón

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