Menos competitiva de lo habitual, igual de sorprendente que siempre, y con unos cambios en el recorrido que han incrementado el atractivo deportivo de la prueba. Así recibió la XII Jarra y Pedal a los 328 participantes de la edición 2025, dispuesta a seguir manteniendo su estatus como una de las ciclodeportivas MTB más demandadas de la zona centro, en el corazón de la toledana Sierra de San Vicente.

En San Román de los Montes se daba el pistoletazo de salida a las 9:30 de la mañana, con un homenaje especial a las cocineras encargadas de la tradicional comida post carrera: Las mujeres de la Asociación Pozoblanco realizaron el corte de cinta protocolario.

Gran jornada en lo meteorológico y el terreno un poco seco por la ausencia de lluvias. La organización, a cargo del club BTT Jarra y Pedal, había preparado dos recorridos cargados de novedades para esta ciclodeportiva que se rodó con mayor tranquilidad que otras ediciones. “La gente viene ya a la Jarra y Pedal pensando en disfrutar el fin de temporada con sus amigos. Los ciclistas se recrearon en los nuevos senderos incorporados a los dos recorridos, largo y corto. Resaltar que los cambios realizados respecto a la ruta corta gustaron mucho. Se ha hecho más dura al eliminar el primer paso por Hinojosa, pero ver toda la Sierra de San Vicente en el ascenso, disfrutar de esas vistas impresionantes, valía la pena. También las zonas nuevas, muy disfrutonas, en la ruta larga. La prueba, al final, tiene de todo: senda, pistas y subidas interminables.

De los más de trescientos corredores, un centenar se animó con la ruta larga, de 57 kilómetros y 1600 metros de desnivel. El resto se enfrentó a la ruta corta, de 42 km, con 1200 m de desnivel. Los duros primeros 16 kilómetros de subida se compensaron con el primer avituallamiento de El Real de San Vicente. Después, comenzaron las bajadas y los senderos. La prueba contó con más avituallamientos en Hinojosa y en Castillo de Bayuela, este con barbacoa y música. La sensación de los ciclistas se resumía en una de las frases escuchadas: “Era para quedarse a vivir allí”.

“Este año los avituallamientos han contado también con botiquín. Era emocionante ver cómo los vecinos de los pueblos de paso interactuaban con los corredores en las paradas. Para ellos hemos preparado también una completa bolsa del corredor, con chaleco, bluff, bragas, bidón y otros productos donados por los patrocinadores. Y además, la fiesta final, nuestro tercer tiempo. Por eso la gente se anima, por la experiencia deportiva y por el trato que se les da.”

Los ganadores del tramo Strava, que permaneció secreto hasta el último momento, fueron Guillermo Alejo y Verónica González, la toledana multidisciplinar asidua a los podios de Campeonatos y Copas de España de Gravel. El club más numeroso en la Jarra y Pedal fue el Trincaportillos, de El Real de San Vicente.

Y, a la llegada a San Román de los Montes, el esperado “tercer tiempo”: comida popular donde no faltaron las tradicionales judías, cerveza y unos 400 huevos fritos, seguido por la música en directo de Irei Flamenco Fusión y DJ Pocho; una fiesta del ciclismo que se prolongó hasta las doce de la noche.

“Agradecer al centenar de voluntarios y al enorme equipo humano del club BTT Jarra y Pedal su trabajo en esta jornada. Gratitud a los Ayuntamientos, que se han volcado mucho esta edición, tanto los que preparan avituallamientos como los que se implican como localidades de paso: El Real de San Vicente, Hinojosa, Castillo de Bayuela, Nuño Gómez, Garciotum, Pelaustán y, sobre todo, San Román de los Montes, comprometido en la organización y financiación del evento. La prueba cuenta también con la colaboración de la Diputación de Toledo y Cruz Roja.”

El club ya está “dándole vueltas” a cómo mejorar la edición 2026. “Mientras nos sigan demandando la Jarra y Pedal y sigamos con fuerzas, seguiremos.”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *