El presidente de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Ángel Nicolás, ha afirmado que la huelga del metal en Ciudad Real, que se ha iniciado este lunes, no consigue más que perjudicar «a un sector productivo importante en la provincia».

«No me parece bien», ha indicado a preguntas de los medios este lunes tras reunirse con el consejero de Hacienda, Administraciones Públicas y Transformación Digital, Juan Alfonso Ruiz Molina, para conocer de primera mano los presupuestos regionales del próximo año.

«Con eso no están consiguiendo nada más que perjudicar a un sector productivo importante en la provincia de Ciudad Real, que además está compuesto por pymes. Y las pymes son muy delicadas y hay que tratarlas con cariño, porque si no desaparecen», ha argumentado.

Ha indicado así que este sector tiene en Ciudad Real «dos polarizaciones absolutamente distintas y contradictorias» como es el caso de Repsol Puertollano donde se tratan cuestiones «absolutamente distintas» a la que atañen a las pequeñas pymes del resto de la provincia, «que están peleando por su propia subsistencia».

Nicolás se ha manifestado también «absolutamente en contra» de la campaña que se ha iniciado contra una de las personas que está negociando el convenio por parte de los empresarios. «Nos parece retroceder 50 años, cuando en aquella mesa de negociación, al salir, te encontrabas las cuatro ruedas pinchadas o el coche con los faros rotos, estamos en las mismas», ha lamentado.

Se ha referido en concreto al presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Siderometalurgia (APES), Javier Chacón, para incidir en que «se le ha señalado en las redes, acosándolo y dando su dirección para que la gente le increpe en la calle o cuando esté con su familia cenando en un restaurante, se acerquen y le peguen una bofetada».

No obstante, ha indicado que los empresarios van a hablar «lo que haga falta», pero «partiendo de la base de que no se puede atacar a una persona, que en ese caso es el mensajero y el portavoz de todo un sector, de esa manera tan personal como se ha hecho». «Si eso lo quitamos de la ecuación, por supuesto vamos a seguir hablando», ha añadido.

«Nosotros siempre estamos dispuestos a hablar, pero hay una razón y una premisa, y esa premisa pasa por los buenos modales, la buena educación y el respeto al contrario», ha subrayado, para agregar que los sindicatos «tienen que entender que la economía del siglo XXI no es la misma economía de la revolución industrial y por tanto van a tener que cambiar ciertas tesis, que tampoco pasa nada».

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